Como salido del guión de una película de hollywood, un día la ficción alcanzó nuestra realidad. Lo que pensamos casi imposible vivir, hoy es la realidad de casi todo el planeta. Un día amanecimos con el alarmante anuncio por parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud), que el llamado virus COVID-19 era declarado pandemia mundial.
Desde ese momento, por conciencia propia o por dictámenes gubernamentales, todos permanecemos en casa, refugiados, escondiéndonos de un enemigo sin rostro que cada día cobra cientos de vidas en el mundo entero. Ante la amenaza de una mayor expansión y propagación, la cuarentena se hizo decreto.
Sin duda, un drástico cambio en nuestro día a día, en nuestra cotidianidad. Un impacto mental, social, económico, cultural, en nuestro estilo de vida. Ya no te levantas a un ritmo acelerado por cumplir tu planificación laboral, llevar los niños al colegio, hacer deportes o sencillamente ir de compras al supermercado. Ahora te debates en como optimizar tu tiempo, que parece ir de sobra, para volverte más productivo.
...tiempo al tiempo...
Es irónico, pasamos la vida quejándonos que no nos alcanza el tiempo ante tantas obligaciones diarias, y ahora que estamos confinados en nuestros hogares, el tiempo pasa lentamente, se consume poco a poco, burlándose de nuestra ansiedad.
Ahora, nos sobra tiempo. Horas, minutos y segundos, que como un mensaje divino nos invitan a reflexionar, a aprender a dar valor y a priorizar. No era el trabajo lo más importante, sino la familia, los amigos, nuestros afectos. Esos que cuando pudimos abrazar, no tuvimos tiempo.
En medio de tantas angustias, de tanto dolor esparcido por el mundo, del sufrimiento de quiénes hoy padecen la enfermedad o de quienes han perdido a sus seres queridos producto de ella, muchos sin la oportunidad de una despedida, nosotros seguimos teniendo una oportunidad, estamos vivos, y si lo estamos es porque tenemos una misión que cumplir con nosotros mismos y con la humanidad... humanizarnos.
¡qué viva la tecnología!
La tecnología hoy juega su papel más importante, acortar las distancias, y crear una ventana para fortalecer los lazos con nuestros seres queridos.
Mi madre y mi hermano están en otro país a miles de kilómetros de aquí, y es gracias a la tecnología que aún puedo decirles cuanto los quiero y permanecer en contacto con ellos. Me gana la angustia al saber que están lejos, que él a diferencia de mi, no puede cumplir una cuarentena, pues debe salir día a día a cumplir con su trabajo en un hospital poniendo su vida al servicio de otros. Pero me lleno de orgullo, porque se que como él, son millones los que siguen luchando y dándolo todo, incluso más allá de sí mismos.
Como diría Gardel: «es un soplo la vida»
O como lo diría Juanes, la vida es un ratico. Qué nada nos detenga en el intento de abrir nuestros corazones y decir te quiero, o pedir perdón mientras podamos... es momento de reconciliación, de solidaridad, de hermandad.
Estar en cuarentena puede representar un sacrificio para muchos, una gran incomodidad para otros, pero hay quiénes no tuvieron esa oportunidad... seamos agradecidos, estamos en cuarentena, si, pero vivos y sanos.
Así que yo si prefiero mi sofá, mis pocos metros cuadrados, mi ausencia de sol, mis kilos demás, mi cambio de horario, mis largas horas en pijama.
Valoro y doy gracias a Dios porque en esta cuarentena puedo estar con mi familia, cuidar de ellos, hacer tareas de primaria, pelear si me ganan en los juegos de mesa. En este tiempo, aprendí a hacer postres, ahora hasta me gusta limpiar, y como si se tratase de un juego de superveniencia, hasta aprendimos a cumplir con el protocolo de entrada y salida. En fin...
¡Tú que puedes, quédate en casa!
La imagen utilizada para el banner y los separadores, es de mi propiedad, editada para la ocasión haciendo uso de Adobe Photoshop CC 2018.
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Nos tocó vivir una película, espero que llegue a su fin pronto para volver a compartir con mis amigos.
Roguemos porque sea un final feliz. Saludos.
Gora bella espero sigas muy bien, la opción es ser muy fuertes y valientes. Tener a nuestra familia lejos es un desafío super grande; gracias a la tecnología nos podemos dar apoyo a pesar de la distancia.
Esta frase me encantó: ...yo si prefiero mi sofá, mis pocos metros cuadrados, mi ausencia de sol, mis kilos demás, mi cambio de horario, mis largas horas en pijama.
Gracias por compartir tu historia, siempre es bueno leerte.
Te envío un abrazo
Sandrita, que gusto leerte. Así es amiga, nos toca ser fuertes por nosotros y por quiénes nos rodean. Son tiempos duros que debes afrontar juntos.
Cuídate mucho. Dios les proteja. Un abrazote.
Épale mi estimada Gora que bueno verte por acá. Cuídate mucho. Por aquí también estamos encerrados y aguantando el caloooorrrrr!!! Jajajaja pero bien gracias a papá Dios.🙏 Abrazos! 🤗
María, mujer, un gustazo saludarte. Si, estos días de confinamiento he aprovechado de escribir y de hacer mil cosas más jajaja. Me alegra mucho saber que estás bien, cuídate mucho. Dios les proteja, un abrazo.