Haruki Murakami sobre el amor y la buena música

Uno de los escritores japoneses más reconocidos

Dentro de los autores contemporáneos provenientes de la tierra del sol naciente, el nombre de Haruki Murakami figura a la cabeza, gracias a la gran cantidad de libros que ha escrito y al éxito que han tenido algunos de ellos como Tokio blues (Norwegian wood), Kafka en la orilla, 1Q84, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo y Sputnik, mi amor.

De un tiempo para acá, la aparición de un nuevo título suyo en las librerías causa cierto revuelo y lo más reciente que ha editado TusQuets, editorial encargada de las obras de Murakami en español, ha sido el libro Música, solo música, recopilación de unas conversaciones entre el escritor y el director musical Seiji Ozawa. A lo largo de las seis partes del libro, los dos genios japoneses conversan sobre música clásica, compositores, directores, músicos, piezas musicales, versiones, grabaciones y queda en evidencia el conocimiento enciclopédico que tiene Murakami sobre ese mundo. Aficionado confeso al Jazz, al Blues y al Rock, Haruki sabe tanto o más de música clásica y por ello logra conducir muy bien las conversaciones con ese genio clásico que es Ozawa, quien ha sido director de varias de las orquestas más famosas del mundo, incluidas las de Boston, San Francisco y Toronto. En ese intercambio, uno y otro sueltan frases sobre las que vale la pena reflexionar, aunque no seamos eruditos de Mahler, Mozart o Beethoven, tal como la que les presento hoy:

"De la buena música puede decirse lo mismo que del amor: nunca hay demasiado"

Definir Música no es tan sencillo, pero cualquier concepto respetable hablará de armonías, melodías, sonidos y de un logro estético. Si a eso sumamos que Murakami menciona la buena música entramos en un terreno aún más difícil de delimitar porque, si bien en el contexto en que lo dice, se entiende que se refiere a la música clásica, hay otros géneros que cumplen con lo mismo. Una pieza de Jazz, de Blues, alguna canción de Led Zeppelin', o de Paco de Lucía, todas esas expresiones tan distintas entre sí, incluyen una composición, una organización de notas, un sonido, una melodía y demás elementos musicales. Entonces, hay personas que pueden considerar buena música un concierto de Mozart, una canción de The Beatles o una balada de Joaquín Sabina. Todo es relativo en este terreno, pero el punto en común es que es música que nos hace sentir.

Más de una vez tienen que haber sentido una conexión especial con alguna canción, una letra y una música que en determinado momento de sus vidas logró expresar exactamente la situación que atravesaban, como si hubiera sido escrita para ustedes. Seguramente, muchas veces han viajado mirando por la ventana del bus y escuchando estas melodías, como Scarlett Johansson en Lost in translation y cuando una canción logra esa conexión emocional con nosotros, podemos hablar de buena música, entendiendo que todo es relativo, pero intentando conciliar puntos de vista. Es seguro que al hablar de buena música, Murakami no incluiría como tal el reggaetón ni el trap, por ejemplo, pero no entremos en el debate.

Entonces, de la buena música nunca hay demasiado, dice el autor de Underground, como si no existiera un límite, una línea que pueda colmarse en nosotros. Visto así, la música es una necesidad para el ser humano que siempre puede escuchar más y más. Por eso el japonés la compara con el amor, porque el amor nunca sobra, no se llega a un punto en el que se diga "ya tengo suficiente amor" o ya es demasiado. Esa demasía no existe respecto a un sentimiento alrededor del cual gira nuestra existencia. Amar demasiado o que te amen demasiado no es posible, nunca está de más, nunca es literalmente demasiado, al menos eso es lo que dice Murakami quien con la frase citada parece establecer dos pilares en la vida de los seres humanos: el amor y la música, ¿puede una persona vivir sin estas dos cosas? ¿se puede disfrutar la buena música sin sentir amor? ¿se puede vivir sin amar las melodías? ¿o sin sentir amor por los demás? Piensen un poco y dejen algún comentario respondiendo esta pregunta: ¿es la música tan importante en sus vidas como el amor?

Redactado por @cristiancaicedo


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Buena reseña sobre ese libro de Murakami que debe ser de grata lectura para los amantes de la música y para los lectores en general. Ante la música, como con tantas otras cosas de la vida (¿todas?), se tarta de una cuestión de gustos; más la calidad musical siempre será un tema pendiente, como con la literatura. Gracias, @cristiancaicedo.

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Es cierto, es una cuestión de gusto personal. En cuanto al libro, creo que mientras más sepa el lector de música clásica, más lo podrá disfrutar. Saludos y gracias por el apoyo de siempre.