Inverosímil- La Dama y el Patán (Reflexión sobre el error)

in #spanish4 years ago (edited)

Inverosímil: La Sesión en el Baño, Toma II (Flyer + Making of): https://hive.blog/music/@alangon/inverosimi-la-sesion-en-el-bano-toma-ii-flyer-mafing-off

Inverosímil: La Sesión en el Baño, Toma II (Comercial + Making of): https://hive.blog/music/@alangon/inverosimil-la-sesion-en-el-bano-toma-ii-comercial-making-of

Inverosímil- La Dama y el Patán (La Sesión en el Baño II + Making Of): https://hive.blog/gems/@alangon/inverosimil-la-dama-y-el-patan-la-sesion-en-el-bano-ii-making-of

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Introducción

Con esta reflexión cerramos la serie de posts sobre la segunda Sesión en el baño.

Sobre el error

Hay dos cosas importantes en la sesión en el baño: La premisa y el error. La premisa es lo que da cierta dirección y homogeneidad a lo que se va a hacer, una base para la inventiva. Mientras más sencilla, mejor. El error es una fuente de creatividad. Cuando se comete un error se abren mínimo dos posibilidades, o es insalvable u obliga al proyecto a tomar una dirección inesperada. La segunda es un detonante para la imaginación. Cuando el error se vuelve un elemento compositivo se expanden las posibilidades ya que va más allá de los límites preconcebidos de la obra. Le da un carácter vivo, impredecible y falible, con el que podemos empatizar. En el error entrenamos la atención para descubrir nuevas alternativas.

En este caso podríamos definir el error como aquello que contradice lo estipulado por un deber ser. En el arte el error es subjetivo. Una pieza establece sus propias reglas desde la primera impresión. Lo que determinadas corrientes estéticas entienden como error se puede convertir en un nuevo lenguaje con el desarrollo de una técnica y un estilo. Cada artista construye sus mundos. La justificación y la coherencia de su propuesta vienen dadas de acuerdo a los elementos de que dispone y cómo los conjugan para producir determinada experiencia. Lo que es una equivocación puede ser trabajado como una propuesta estética.

Esto es mucho más relevante cuando se trabaja con pocos recursos. Si están por debajo de los standards de calidad habrá que adaptarse. No es lo mismo tocar un instrumento en buen estado que otro en malas condiciones. Es conveniente ajustar el concepto a los medios disponibles y viceversa. Ese es el trabajo, y para ello quizás se tenga que dar un nuevo sentido a lo que para muchos son errores. Es una prueba para la imaginación porque va más allá de lo planeado.

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(José Gregorio sobre fondo verde)

El error es una realidad, hay que aprender a vivirlo, desarrollar dinámicas, espacios y tiempos para experimentar. Normalmente, cuando se habla de arte, se deja a un lado el proceso creador y se juzgan los resultados. Las disciplinas tomadas al pie de la letra, llevan a métodos alienados si no se adaptan a las condiciones particulares. Con la experiencia, cada creador desarrolla sus procedimientos, los adapta a sus ideas y a su contexto. El trabajo es dinámico, el artista ha de conocer su medio como a sí mismo, de manera recíproca. En el ir y venir, nacerá la obra. Por eso el proceso es una parte importante de la apreciación estética, el hacer es una postura que condiciona el fin.

El error no es una regla, es aleatorio. Si bien se pueden sospechar algunas de sus manifestaciones, por lo general estas son impensadas. Su enseñanza es la adaptación y el cambio. El error te encuentra y te desnuda. Es importante desarrollar la inventiva y explorar qué se saca de él cuando los medios no permiten volver a empezar. He ahí su cualidad de potencial revelación. No se trata de hacer las cosas mal a propósito sino de prepararse para encontrar en otros derroteros nuevas herramientas expresivas. Por más contra intuitivo que parezca, una buena preparación ayuda a sacar lo mejor de la equivocación.

El error también es introspectivo. Cuando una mala decisión se devela como una fuerza del destino impulsada por el propio carácter, nos ponemos en duda. Apreciamos más esa vulnerabilidad que callamos en la loa del éxito. Es difícil tener un panorama claro cuando se vive el momento, cual decisión es la mejor y cual no, cada una es parcial y es riesgosa. En la derrota nos preparamos para asumir la fatalidad.

Los errores se padecen. Los accidentes felices son la minoría, el resto han de vivirse con todo lo que conllevan. Una manera de negar el error es quitarle todo lo que tiene de doloroso y negativo. Cuando nos equivocamos estamos expuestos y es en ese estado en que nos abrimos a otras posibilidades. Si nos negamos a asumir el sufrimiento entonces también negamos el error.

El error también implica la posibilidad de rectificar. El rectificar es parte del proceso adaptativo y creador del error. Insistir en un error que no da frutos es una señal de ceguera, saber distinguirlo del hallazgo, demuestra criterio. En los restos de un fracaso pueden yacer las particulas de futuros descubrimientos. Ser crítico es el primer paso para adaptarse.

El error es esencial para el aprendizaje. Se necesita optimismo en la disciplina y paciencia para afrontarlo. No siempre es univoco o universal, sino maleable. La enseñanza de un error puede variar de sujeto en sujeto, con la manera asimilarlo y el contexto en que se revisa. A su vez, esta puede ser pulida por otra equivocación que agudice la perspectiva. Las impresiones de cada vivencia, se sepa o no, entran en el arsenal propio para afrontar la bruma de la experiencia. Enfrentarse al fracaso es una habilidad que se desarrolla al exponerse.

Como generalidad es fácil hablar del error, pero es variadísimo y multiforme. Se presenta de más maneras, y tan sutiles, de las que es posible enumerar. Son demasiado los factores que entorpecen el resultado final de una obra en un momento determinado. Prevenir y encarar el error no es un proceso meramente lógico, sino intuitivo. Lo que se entrena en la experiencia es la habilidad para apreciarlo y solventarlo, adaptarse. Aceptar el error es una señal de lucidez en un mundo aleatorio.

Toma 2:

Créditos:

Canción: La dama y el patán.

Intérpretes: Inverosímil (IG: @inverosimilband)

Guitarra y voz: Alan González (IG: eldr_genial)

Bajo: Pablo Esaá (IG: @pablo.esaa_r)

Batería: Luis Lizardo (IG: @thellizardwizard)

Dirección y montaje: Alan González (IG: @eldr_genial)

Mezcla de la canción: Pablo Esaá (IG: @pablo.esaa_r)

Flyer: Stella Cerullo (IG: @stella.wars)