Presencia de neblina en la atmósfera circundante de los bosques xerófitos, del norte del Edo. Lara.

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El clima de los bosques xerófitos del Edo. Lara, al igual que en todo el mundo, depende de factores como la temperatura, presión, viento, humedad y precipitación, elementos que están presentes en la atmósfera circundante, y que son afectados, de manera directa y proporcional, por la radiación solar.

El norte del Edo. Lara, en Venezuela, es conocido en todo el país, por ser una región de elevada radiación solar, cuya energía calórica influye de forma importante en las condiciones biológicas de las zonas geográficas, que pasan de ser un matorral xerófito, a ser un bosque xerófito, influenciado, también, por la altitud de sus montañas.

Desde mediados del siglo xx, ha habido una controversia para definir las características de las zonas fitogeográficas de Venezuela, que son determinantes para tipificar los biomas.

La colección de textos “viajes a las regiones equinocciales del nuevo continente, de Alejandro de Humboldt, nos presentó un catálogo fito zoológico importante, de las regiones venezolanas.

Las propuestas del profesor larense Francisco Tamayo (1955) dieron nuevas luces de las características fitogeográficas de Venezuela.

Después de considerar las propuestas de Ewel y Madriz (1968), Huber y Alarcón (1988), Humboltd y las del propio profesor Tamayo, estimo más didáctica la propuesta de Steyermark (1966), para una mejor comprensión de las características de las zonas fitogeográficas de Venezuela, que incluyen el concepto de bosque xerófito, para el sistema coriano, y, por ende, para la zona norte del Edo. Lara, en Venezuela.

Mapa de la Vegetación de Venezuela (último recuadro, rojo fucsia, representa al Edo. Lara).
Imagen tomada del

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El bosque xerófito presente en la zona norte del Edo. Lara, se caracteriza por la escasa precipitación anual, que no llega a los 1000 mm al año (1mm= 1 l/m2), una altitud de unos 850 m.s.n.m., con temperaturas que oscilan entre los 23 y los 30 grados celsius a la sombra, y una diferencia de temperatura entre el día y la noche, que puede llegar a los 20 grados celsius.

Esto lo podemos interpretar así:
Durante el día, hay abundante radiación solar, alta humedad y presión atmosférica, escasa nubosidad, vientos rápidos, y una altitud que permanece estable.

Esto tipifica el clima de la zona, bastante cálido, a tal punto que algunos lo tildan de inclemente, a libre exposición solar.

Dado que no hay estructuras de concreto, que acumulen e irradien el calor, las temperaturas durante las horas de la noche bajan peligrosamente, generando un frío que cala los huesos, recuperando la cantidad de calor durante el día, a partir de la radiación solar, que es la responsable directa del movimiento de las masas de aire y de la conformación del clima.

La insolación también es responsable del movimiento de las masas de agua, dando dinamismo al ciclo hidrológico, afectando el clima de las regiones, y creando una atmósfera que puede ser límpida y tranquila, o cargada de turbulencia, y residuos que afectan la vida en el planeta, dependiendo de la presencia de ciertos elementos en las masas de aire.

A pesar de que, en la zona norte del Edo Lara no hay abundantes fuentes de agua, y la radiación solar cae en forma directa y abundante sobre el terreno, como es común en las regiones equinocciales, la atmosfera puede presentarse cargada de neblina, con abundante humedad, mucho viento y temperaturas bajas, sobre todo en las primeras horas de la mañana, fenómeno que disminuye, a medida que se acerca el mediodía.

Este clima es un aliciente para todas las especies animales y vegetales, que tienen su hábitat en estos bellos parajes, y son la clave para el desarrollo de las briofitas y líquenes que abundan en la zona de los caseríos Usera, Charco Largo, Copeyal, entre otros, del Edo Lara.

Y muchos se estarán preguntando, ¿De dónde viene esa neblina?

Posiblemente, sea producto del fenómeno de evapotranspiración, tanto de las masas de agua artificiales (lagunas), que son abundantes en la zona, de la respiración de los serse vivos existentes, o del movimiento de vapor de agua, que se ha formado en áreas donde si existen cursos de agua naturales, como el río Limón, frontera Lara-Falcón, y que han sido movidas por las corrientes de aire.

Algo extraño y digno de comentar, es que esa neblina , no cae en forma de precipitación o lluvia, en esta zona del norte del Edo Lara.

Este fenómeno atmosférico (hidrometeoro) baja muy cerca del suelo, recorre estos parajes, pero muy pocas moléculas de agua quedan atrapadas entre el follaje, u otros objetos.

Cuando se acerca el final de la mañana, las nubes y la neblina se mueven a otras regiones, la atmósfera se disipa y se torna límpida, con la consecuente subida de la temperatura ambiental, cuya sensación térmica puede llegar a los 35 grados celsius, o más.

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En este fenómeno de escases de agua en los sectores de Usera, las Brujitas, Charco Largo y Curarí, juegan un papel importante las formaciones montañosas, como el peñasco Curarí, que ataja las masas de aire, e impide que las nubes se derramen para bienestar de la vida de estos caseríos y ecosistemas naturales.

A pesar de las inclemencias del clima, los pobladores humanos y silvestres de estas hermosas zonas larenses, han aprendido a vivir, acoplándose maravillosamente a estas condiciones ambientales, lo que demuestra que la evolución adaptativa es una realidad tangible.

A pesar de las inclemencias del clima, los invito a disfrutar de la neblina de Usera y otros caseríos del norte del Edo Lara, en Venezuela.

Ali Riera

Todas las fotografías, excepto la imagen del mapa de las regiones fitogeográficas de Venezuela, son propiedad del autor.

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