UN CAFÉ, RESPIRAR Y A ESCRIBIR

La escritura como terapia

Como dijo Francisco Umbral, (1935-2007), escritor español:

escribir, es la manera más profunda de leer la vida.

A mi pensar, la escritura es una método súper impresionante de drenar cosas y circunstancias que por alguna u otra razón, nunca se han podido expresar o sanar y te da la oportunidad de poder hacerlo de la mejor manera posible. Escribir, tranquiliza el alma, sientes como tus problemas se van solucionando desde adentro, desde tu interior y es una manera excepcional de expresarte y poder decir todo lo que un día no pudiste o no quisiste y de pronto sientes ganas de gritarlo o de hablarlo con alguien sin sentirte juzgado y que mejor manera de hacerlo que sentado frente a tu computadora, pues nunca te criticará. Solo opino sobre mi propia experiencia, sin ir más allá y aunque no soy doctora, les aseguro que funciona, aparte de ser realmente económica.

Cuando algo pasa y no puedes expresar cómo te sientes, por ejemplo, tomar la computadora o papel y lápiz y comenzar a escribirlo, es más que suficiente para tener casi de manera inmediata algún tipo de bienestar, es como si estuvieras hablando con ese alguien y esa persona te escucha en silencio. Puedes decir las cosas que nunca dijiste de la manera en que en ese momento te salgan, sin fórmulas ni alguien que te esté guiando, pues todo está queriendo salir de tu boca rápidamente. Dicen que las cosas se tienen que decir en el momento, que no nos podemos quedar con ellas guardadas porque más temprano que tarde traerán enfermedad y esto es totalmente cierto. Cada emoción genera un tipo de enfermedad a algún órgano de tu cuerpo, como se aprecia en la figura. Por eso, escribamos siempre esas emociones que no podemos o no pudimos expresarle a alguien y que de alguna manera te mantienen presa dentro de ti misma (o), no hablo de escribir para un post, hablo justamente de las emociones y como nos afectan o no a lo largo de nuestra vida.

Un día no le pude decir a una amiga que dejara la envidia que tenía para conmigo, y ni siquiera sé que me envidiaba, cada cosa que le contaba que iba hacer, ella se me adelantaba, robaba mis ideas, quería ser como yo o eso me pareció. Ahora, vive muy lejos, pero nunca se lo pude decir y eso hizo que yo casi la odiará, hasta que comencé a escribir todo lo que venía sucediendo. Ventilar nuestra intimidad emocional sin que nadie lo sepa, esto es contradictorio, pero real. Escribe eso que te pasó con tu ex y por más que le dijiste, siempre te quedaste con cosas por decir, o aquello que un día te hizo tu amiga y que por eso ya no lo es, o cuando a tu perro lo atropelló un carro y lo querías más que a tu vida, escribe aquello que te marcó y que aún dices que fue para toda la vida. Controlar nuestras emociones por medio de la escritura, es una terapia real. Y qué ganas con esto? El autocontrol, el bienestar físico y emocional y el cero estrés que es más que suficiente. Escribir para sanar es mi lema.