Sobre "Sublevaciones" de Georges Didi Huberman

in #spanish3 years ago (edited)

Recientemente me he leído un curioso texto elaborado con motivo de una exposición de fotos, pinturas, videos, textos y otros alrededor de “las revueltas populares y los mecanismos de su representación artística”, que sirve y mucho para reflexionar sobre el sentido de estos movimientos sociales y sus potentes motivaciones,

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y me resultó de especial interés el hecho de que cada vez que se montó esta exposición, se adecuó al país donde se instalaba. Una de las interrogaciones más inquietantes que plantea es esta:

"¿Cuál es el destino de los pueblos cuando empieza a confundirse al extranjero con el enemigo?" (9) Esta pregunta nos hace pensar con preocupación en la manera como se han erigido entre los territorios barreras artificiales,

y sobre todo cómo la constitución republicana, que Kant señala como la mejor de todas, porque era afín a los principios del derecho cosmopolita y de la hospitalidad universal, se ha tergiversado de manera que puede servir para rechazar a los que llegan pidiendo ayuda a nuestra puerta,

y también cómo nuestros gobiernos actuales enarbolan el cosmopolitismo si se trata de que lleguen turistas adinerados a sus costas, y en cambio cierran fronteras si se trata de personas que llegan a buscar refugio o solicitan ayuda.

Vemos con preocupación esa tendencia a mirar al extranjero como un enemigo que viene a robarnos el trabajo, la comida, a causar problemas, sin pensar que casi siempre son personas como nosotros que huyen de guerras, luchas o situaciones límite y que merecen ser recibidas con hospitalidad.

Por eso las palabras de Huberman nos hacen pensar en esa fuerza que nos impulsa a ir contra las injusticias y las opresiones, en todas las épocas y lugares:

"¿No tenemos que levantarnos a nosotros mismos y, necesariamente levantarnos juntos?" (13) expresando así que la naturaleza de los levantamientos es siempre masiva, grupal: “El levantamiento es un gesto sin fin, recomenzado sin cesar, tan soberano como lo puedan ser el propio deseo o esta pulsión, este impulso de libertad del que hablaba Freud.” (15)

Y se pregunta de igual forma el historiador de arte y curador de la exposición: “¿Porqué las imágenes beben tan a menudo de nuestros recuerdos para dar forma a nuestros deseos de emancipación?” Explicando con esto que lo que va gestando el levantamiento viene de atrás, de nuestro pasado, de nuestra historia, por lo que la fuerza que los desata no es algo propio sólo del instante en que estalla.

Huberman se apoya en ideas de Freud, Benjamin, y Kant, entre otros, para ir hilvanando las diferentes ramificaciones de este discurso sobre estas revueltas que tanto nos interpelan y revelan sobre nuestra búsqueda de justicia y libertad.

"A cada minuto que pasa, hay, supongo, mil brazos que se levantan en alguna parte: una calle, una fábrica en huelga o un patio de escuela." Gestos que se multiplican para mostrar nuestro desacuerdo respecto a algo, gestos por los que ejercemos nuestro derecho a no estar de acuerdo con lo que nos quieren imponer.

De tal manera que “Levantarse sería, por tanto, el gesto por el que los sujetos del impoder hacen suceder en ellos -o sobrevenir- una especie de potencia fundamental” (41) Es entonces nuestra manera de hacer sentir nuestra fuerza como grupo que se opone a lo instituido.

De igual forma, "Rehusar únicamente tiene sentido si es para inventar nuevas formas de vivir y actuar." y “Rechazar es decidir existir y hacer otra cosa”. 83 Nos negamos así para mostrar que hay otras opciones, otros caminos, otras alternativas distintas de las que nos quieren imponer.

Concluyo con una frase que Huberman utiliza para explicar como el llanto del recién nacido refleja su impotencia ante unos miembros de su propio cuerpo que no puede controlar, porque “La vida humana es, así pues, al menos deseo de libertad” (62). Y es inherente a nosotros, esencial a nuestro ser, desear la libertad.

Una de las imágenes que más me impactó de las que aparecen en el libro es esta de Alberto Korda, "El Quijote de la farola", tomada en la Plaza de la Revolución, en La Habana, Cuba, 1959 y que seguramente forma parte de la exposición.

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Y me gusta porque visualmente es genial ver a ese hombre elevado sobre esa farola, con esa vestimenta y esa gestualidad como de persona que está sentado en un café viendo a los otros pasar, y en cambio está sobre esa farola mirando a la vez que participando de esa sublevación. Absolutamente genial.

Bibliografía: "Sublevaciones". Georges Didi Huberman. Muac, 164. 2018.