Llegar a viejo en tiempos de la COVID 19

in #spanish3 years ago

Y las cifras de la Covid 19 siguen rebotando entre los informativos y los cerebros del ciudadano de a pie, que sueña con la vacuna para que la pesadilla termine, pero que desconfía ante tanta propaganda de laboratorios farmacéuticos de quién da más anticuerpos y cuál se conserva a temperatura ambiente en el bolsillo. ¡Hagan juego señores!
No parece que así, con semejante espectáculo comercial de una necesidad sanitaria, dejemos de alimentar las peligrosas chaladuras de los denominados antivacunas.
Y en ese ruido mediático, mucho mucho ruido, cabe alguna valoración que merece reseñar aquí y que pesa toneladas sociológicas en la convivencia cotidiana…

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Llegar a viejo en tiempos de la COVID 19

Una señora portavoz del Congreso en España ha dicho, refiriéndose a los mayores de su partido, que a los viejos se les oye pero no más y que luego se hace lo que la nueva generación sabe que debe hacer. Quienes sin darnos cuenta vamos cumpliendo años, con la suerte de que todavía nos caben los mismos vaqueros, no terminamos de ser conscientes de que nos vamos haciendo viejos, pese a que estemos muy lejos de convertirnos en antiguos e inservibles. De hecho, hay jóvenes más antiguos, retrógrados, desilusionados e impávidos ante lo que ocurre a su alrededor que muchos ancianos que mantienen aún con chispa e inquietud la mirada. De hecho, muchos mayores siguen sosteniendo el desequilibrio de una sociedad que no aprueba la asignatura de conciliación familiar y laboral, enseñando además a sus hijos y nietos qué es enfrentarse a una hipoteca o cómo y cuándo y por qué se pide un préstamo bancario o cómo se aprietan los radios de la bicicleta o se pone un parche sin necesidad de ir a un taller y cómo se hace un puchero o una jibia en salsa o un buen asado o una ensaladilla de pimientos o un buen arroz o muchas otras cosas igual de importantes para no sólo sobrevivir en la vida; mayores que recogen a sobrinos y nietas del colegio y que aportan tantas y tantas cosas cotidianas que ayudan a los más jóvenes a vivir más, mejor y sin perder el control de lo que debe controlar uno para no depender de Amazon o Alí Express o Supertelecomidaenvasada paera seguir adelante.

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Pero lo nuestro es llegar...

Esos amigos que nos dieron la vida o quienes la hemos dado luego son / somos mucho más que alguien a quien no hacer caso, sabios de la tribu con la espalda más o menos vencida pero con el corazón intacto para encajar un desprecio tras otro de quienes, creyéndose estúpida e insolidariamente inmortales -lo están demostrando en los contagios insolidarios en reuniones familiares y fiestas y fiestas ilegales- saben tan poco de la vida y de quienes nos la dieron...


Ése que me dio la vida. Alejandro Sanz

-Esta semana, otros políticos de otros partidos o del mismo de la no tan jovenzuela que vino a decir que hay que oír pero no escuchar a los mayores han golpeado algún micrófono en el parlamento andaluz a tomar por culo coño o han dicho casi a la cara, pensando que el micrófono estaba apagado, a una activista ambiental que era un peligro público o que "había que haberlos matao" y no aparentemente refiriéndose a los árboles sevillanos que la mujer defiende, cabe entender (aunque, eso sí, todo de manera coloquial que no es lo mismo que se dice de manera oficial, la manera coloquial es sólo lo que de verdad se piensa no lo que se debe decir para los demás). Calma, hombre, un poquito de calma a la portavoz y al otro portavoz y al alcalde y a todos los que en realidad no están en el ojo del huracán de una pandemia que está doblándole la espalda a muchas familias, cada vez más por mucho que se anuncien como en una subasta de arte las vacunas; familias que están siendo golpeadas directamente por la muerte de seres queridos arrebatados por la covid 19 o que se han hundido por sus económicos efectos colaterales. Calma, hombres y mujer, un poco de calma, sólo se les pide un poco de calma, y de respeto a los mayores, joder…

(c) Domi del Postigo / www.domidelpostigo.es