Por qué se dejan de hacer las cosas | Escritos de una mente desequilibrada XXXIX

in #spanish4 years ago

image.png

image.png

La última vez que escribí algo de literatura fue hace más de tres meses, al menos hasta este momento. Las ideas no me faltan, ni la motivación, sé cómo desarrollar los escenarios que pasan por mi mente una y otra vez sin dejarme descansar; simplemente decido ignorar todo, como llevo años haciendo para preservar el mínimo de salud mental necesaria para poder existir, o tratar de hacerlo aunque sea.

No considero esto literatura, pero aún así lo es; solo porque creamos que algo es o no es, no significa que sea o no sea en realidad eso. Desde niño dejé querer vivir, en realidad no es que haya dejado de querer vivir: no sabía que debía querer hacerlo. Estar vivo es algo que todos o la mayoría dan por sentado, algo que nunca encajó en mi mente y sigue sin hacerlo.

¿Por qué voy a querer hacer algo cuando no lo estoy disfrutando? ¿Valen la pena el resto de estímulos para seguir haciendo algo?

Querer vivir es algo ajeno a mí, existir sin tratar de entender el por qué es algo que no solo yo hago, todos lo pensamos, pero pocos nos atrevemos a seguir mirando al abismo esperando nada, porque nunca llega una respuesta, nada nos la puede dar. Todo cambia desde la primera vez que comienzas a cuestionar el por qué de las cosas y todo va a llevar a la misma respuesta o variaciones similares.

Una de las necesidades intrínsecas del ser humano es trascender, ser recordado, dejar una marca en los demás, que conozcan tu nombre y te relacionen con la mayor cantidad de cosas posibles, incluso después de que hayas muerto sigas presente en la vida de muchas personas, o de una sola. A causa de esta necesidad el ser humano se flagela a sí mismo y se convierte en una abominación que logra ser aclamada por miles. Se deja de hacer algo que amas simplemente porque no te genera el reconocimiento que crees merecer.

No somos máquinas, somos seres orgánicas que necesitan evolucionar y adaptarse constantemente para vivir y no sobrevivir en cualquier entorno en el que nos encontremos. Hay cosas que se deben dejar de hacer para no quedarse estancado en un mismo lugar, con las mismas personas, en el mismo nivel, sin avanzar jamás aunque no lo notes.

Dejar de hacer esas cosas implica el hecho de hacer otras nueva, que podrán ser de tu agradado o no, a las que te acostumbrarás o no, variables más o menos que te llevarán a tomar la decisión de avanzar o quedarte donde estás, lo que más te convenga teniendo en cuenta la intensidad de las necesidades y/o impulsos incontrolables en ti.

Cuando dejé de escribir me estaba obligando a hacerlo, cuando supe que no quería vivir me estaba obligando a hacerlo, dejo de relacionarme con las personas cuando no puedo seguir obligándome a hacerlo. La obligación elimina el disfrute, lo que borra la posible motivación que te mantenía realizando un acto una y otra vez hasta el cansancio.

Si respirar no fuera un reflejo inconsciente que aprendemos desde que nacemos, hace mucho tiempo que gran parte de la humanidad lo hubiera dejado de hacer voluntariamente. Una muerte dolorosa es de las pocas cosas que no permiten que una persona cometa suicidio, la idea está arraigada en nosotros, solo que no todos le prestan la misma atención.

Toda acción debería tener una reacción, la mayoría quiere que esa reacción sea positiva, por lo que al hacer algo esperan recibir algo a cambio, obtener una recompensa, lo que simple y llanamente puede ser llamado un estímulo positivo que motive a volver a hacer dicho acto. Si lo que se está haciendo no es productivo, se entiende que no se hará más y se buscará hacer algo que sí genere ese estímulo positivo. El ser humano es un animal, la mayoría de las veces racional, que puede ser y es controlado con la simplicidad del conductismo.

¿Por qué se dejan de hacer las cosas? Por muchas razones, lo ideal es conocerse a uno mismo lo suficiente para no tener que pensar mucho en esas razones, aceptarlas y seguir adelante. La introspección no es recomendada para todos, el laberinto que hay dentro de cada uno pocas veces se puede completar, y es imposible salir de ahí una vez ya estás adentro.

image.png

Sort:  

Que bueno que vuelvas a escribir, tarde o temprano siempre volvemos a las cosas que nos gustan.

Eso es cierto, tarde o temprano volvemos a lo que nos gusta.

Excelente reflexión, muy amena de leer. Además, me parece que es bueno que todos nos hagamos de vez en cuando esa pregunta, por qué dejamos de hacer las cosas que nos apasionan o motivan, y cómo volver a ellas. ¡Me alegra que vuelvas a las andadas!

Saludos, @jauregui98 😄

Hace bastante tiempecito era super fan de todos tus escritos creativos, me alegra muchisimo volver aquí y saber que sigues manteniendo tu talento y tu facilidad de escribir de una forma profunda, sencible y oscura.
Por siempre, tu fan.

¡Eli! Tenía muchísimo tiempo sin saber de ti. Me encanta volver a leerte. ¡Gracias por tus palabras! A mí también me encanta muchísimo cómo escribes tú, me voy a dar una vuelta por tu blog. También soy tu fan por siempre.

Totalmente de acuerdo uno a veces debe revisarse un poco, casualmente escribí hoy algo que dice pensar sin cansar , a veces nos quedamos en un pensamiento problema y no hay quien nos saque de alli traduciendose en tiempo perdido. Saludos

Eso es muy cierto, hay que revisarse y saber cómo hacerlo, no siempre se hace de la mejor manera.