Ja, ja, ja...y me preguntaba: '¿ande andará este pana?'. Te suponía todavía cómodamente ejercitando el libre albedrío del dolce far niente, pero ya veo que has estado afilando la pluma. Es cierto, por alguna razón, creo que todos, siquiera sea metafóricamente hablando, nos pasamos la vida soñando con nuestra flor. En ese sentido, siempre podremos alegar lo mismo que el Principito, cuando miramos al cielo y pensamos que allí, en alguna parte, está nuestra flor. De alguna manera, creo que es un aliciente para no perder la esperanza, que como sabes, es también otro tipo muy especial de flor. No soy muy experto en juegos y hace años que no practico. Antiguamente, era muy dado a las típicas partidas de Tute, pero por alguna razón, el Mus, un juego super-popular aquí en España, nunca se me dio bien. Este juego me recuerda un poco al que me comentas, y tiene también sus singularidades, su propio vocabulario, su riqueza en señas, etc. Pero mira, ahora que tengo más tiempo, quizás sea buen momento para aprender a jugar, dado que tal y como van las cosas, el que no corre vuela. Ese último, me recuerda el que nosotros llamamos las siete y media, que pides cartas y si te pasas de siete y media pierdes. Puedes perder también si te plantas con menos que la banca, pero en fin. Muchas gracias por ofrecerme la victoria, pero cuando se trata de flores, ya sabes que se juega con ventaja y siempre se lleva un triunfo en la mano. Un abrazo, pana
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