Supongo que como a todo el mundo, siempre me han impresionado las flores, sin importar especie, complejidad o perfume y quizás por eso, piense en ellas como en los seres más inteligentes, quienes, desde luego, terminarán heredando este planeta.
Dado que en su aparente fragilidad es donde reside, precisamente su fuerza, utilizan su efímera belleza para atraer irremisiblemente la atención de una humanidad más pendiente de buscar en otra parte aquello que deberían cultivar primero en su interior.
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Decía mi abuela que de lo bueno, poco. Tal vez allí está la gracia de las flores: su belleza es tan efímera a la vista, pero tan perdurable en los recuerdos. No conozco a nadie que quede imperturbable ante la belleza, de allí quizás que quieran eternizarla. Pero como bien dices, que fácil si aprendieran a cultivarla por dentro. Conozco personas que han comprado esa belleza externa y más que flores naturales, parecen flores de plásticos. Un abrazo fuerte, @juancar347
Esa es la cuestión, mi querida amiga, que nos dejamos motivar por lo intrascendente sin ponernos a pensar en todo aquello, sano y hermoso, que llevamos dentro. Vivimos de espejismos, quizás por eso nos llevamos después los terribles desengaños que nos llevamos. Un fuerte abrazo
Simplemente hermosas, las flores son mis favoritas.
Saludos cariñosos amigo querido.
Feliz tarde.
Muchas gracias, querida amiga. Las flores son siempre hermosas y algunas personas, baste tu ejemplo, también. Feliz tarde y un abrazo
Excelente ( una humanidad más pendiente de buscar en otra parte aquello que deberían cultivar primero en su interior )como dices tú , yo no lo hubiera expresado mejor
Ja, ja, ja...es cierto, parece que estuviéramos más pendientes de buscar la belleza exterior, que la que naturalmente traemos con nosotros al mundo cuando nacemos y donde apenas nos preocupamos de mirar. Aún con todos los defectos del mundo, siempre hay algo hermoso que tenemos al alcance, con poco que estiremos la mano. Un abrazo
Uno siempre quiere "la flor".
La flor de loto
La flor del agua.
La flor más preciada.
La flor silvestre.
La flor de la eterna juventud.
No sé si allá juega en cartas un juego que se llama truco, pienso que sí, porque todo eso viene de allá.
Existe una combinación específica de cartas (ventajosa para el que las liga) que se llama "flor", cuanto el juegador las tiene, espera su turno y grita, "flor", normalmente a todo pulmón.
Otro grito, o cante,: normal de este juego es " venga a mi que tengo flor"
Yo no soy jugador, pero aquí en mi pueblo es tradicional.
En ese juego la vira es la primera carta que se pone sobre la mesa, y el valor de las cartas va a depender de ella, las cartas de más valor le dicen el perico y la perica.
Es un juego de mucha viveza, juegos de miradas, tratar de engañar al contrario, haciéndole ver qué se tiene poco, o al contrario, que no se tiene, cuando las cartas son buenas.
Hay un mento que alguno salta y reta al contrario con este grito, truco, el otro puede, meter el rabo entre las piernas y guardar sus cartas, o ripostar, quiero, se ponen las cartas sobre la mesa y se ve quién es el ganador.
Tu post, a esta hora, de madrugada, tiene flor, el perico y la perica, de tan bonitas que son esas flores.
Ganó usted el juego.
Ja, ja, ja...y me preguntaba: '¿ande andará este pana?'. Te suponía todavía cómodamente ejercitando el libre albedrío del dolce far niente, pero ya veo que has estado afilando la pluma. Es cierto, por alguna razón, creo que todos, siquiera sea metafóricamente hablando, nos pasamos la vida soñando con nuestra flor. En ese sentido, siempre podremos alegar lo mismo que el Principito, cuando miramos al cielo y pensamos que allí, en alguna parte, está nuestra flor. De alguna manera, creo que es un aliciente para no perder la esperanza, que como sabes, es también otro tipo muy especial de flor. No soy muy experto en juegos y hace años que no practico. Antiguamente, era muy dado a las típicas partidas de Tute, pero por alguna razón, el Mus, un juego super-popular aquí en España, nunca se me dio bien. Este juego me recuerda un poco al que me comentas, y tiene también sus singularidades, su propio vocabulario, su riqueza en señas, etc. Pero mira, ahora que tengo más tiempo, quizás sea buen momento para aprender a jugar, dado que tal y como van las cosas, el que no corre vuela. Ese último, me recuerda el que nosotros llamamos las siete y media, que pides cartas y si te pasas de siete y media pierdes. Puedes perder también si te plantas con menos que la banca, pero en fin. Muchas gracias por ofrecerme la victoria, pero cuando se trata de flores, ya sabes que se juega con ventaja y siempre se lleva un triunfo en la mano. Un abrazo, pana