El café, percute en mis venas, el amargor se desliza aun por la garganta, mi garganta, aunque hace ya más de media hora que lo he tomado. Noto en el cuerpo la efervescencia del delicioso brebaje, es como tener un grito contenido, un algo que lo querrías compartir con todos. He estado viendo el partido de España, ha sido todo un baño, a Georgia, y a la caverna, bien por el Lucho.
En mi casa, todo ha sido una balsa de agua, llevaba una semana o dos sin verlos, no calculo bien en estos días confusos. No estaba mi hermano, algo ha dicho mi padre no se si en verdad o mentira de una novia de Benahavís, mejor que si es real sea de ahí, es de los municipios más ricos no se si de Málaga o directamente de España entera.
Chili con carne, con mucha salsa picante, langostinos, algo de ensalada, poco de pan y uvas muchas uvas pasas de postre, una buena siesta, Orgullo y Prejuicio, café con leche fría para merendar, y sesión de baño, demasiada mezcla supongo. Me quedo con la parte buena, mañana, si desayuno. Ahora mismo tengo antojo de huevos revueltos.
Tengo un colega que me habla y habla de monedas de criptomonedas, de long de short de banderas, de movimientos laterales, de polkadot, de ergo y mil cosas más. Definitivamente, no puedo con ello, es excesivo el estrés que me supone estar todo el día pendiente de las cotizaciones de algo que es insaciable, no para nunca pero nunca y es mil veces más irracional y rápido que la bolsa.
No tengo ganas de trabajar, me produce una inmensa pereza pensar en el día de mañana. Intentaré que pase lo mejor posible, mejor pensar en el festivo que nos viene y en los próximos días festivos, en el teatro, en los conciertos y en mini vacaciones con amigos y hacer en definitiva lo que me plazca. Esta pandemia si hay algo que nos ha robado, ha sido esto, el control, ahora, es absoluto.
Esta tarde, he estado leyendo y leyendo hasta el aburrimiento sobre Afganistán, ahondando en las raíces del conflicto, más allá de estos últimos veinte años, incluso remontándome más allá de la invasión soviética. El conflicto, por llamarlo de alguna forma, viene de la Inglaterra imperial y la rusa zarista, disputándose el mundo.
Un mundo que se encuentra con un país, enorme, muy tribal, con en principio poco interés, hasta que empieza a tenerlo. Algo me ha quedado bastante claro. No es un tema de fundamentalismos, no es un tema de interpretación más radical del islam u otra. Se trata de un país en el que las tradiciones tribales son muy muy importantes y probablemente los talibanes, dentro de su visión dogmática del islam, esté más cerca de la esencia afgana, para ellos es como la menos mala de las opciones de una gente, que simplemente quieren que les dejen tranquilos, con sus cosas.
PD: He dormido hasta las diez, en serio, no recuerdo la última vez que me levanté a esa hora, recordad, no rucanees con los colchones pasamos al menos un tercio de nuestra vida en ellos.
