El día ha sido productivo, me encantan los días que a las cinco de la tarde, en vez de levantarte de una buena siesta para hacerte un café y seguir haciendo cosas, podrías echarte a un lado y seguir durmiendo, porque lo tienes absolutamente todo ya hecho.
Despertar a las siete de la mañana, café, y variante de desayuno sin hidratos procedentes de cereales, para contrarrestar los excesos del fin de semana. Yogur, batido con arándanos congelados, una manzana rallada, y un plátano de Canarias en rodajas. Canela espolvoreada, ajonjolí, pipas de girasol, pipas de calabaza y cuatro nueces de California.(with the Marlon Brandon eyes) y medio pomelo, eso ya aparte.
Las compras en días festivos, me gustan, tienen algo de reto, de hacer algo que normalmente no se puede hacer. No me gusta, que cierren los comercios, me gustaría que abriesen casi todos los días del año, pero claro también abogo por una regulación laboral que impida que los trabajadores tuvieran turnos de fines de semana consecutivos, o sólo el fin de semana, puede armonizarse y crear puestos de trabajo, pero en este país tan ramplón, no sé, seguro que termina pasando justo lo contrario que lo que se busca.
En la playa, más nublado y menos temperatura de la que pensaba, pero el baño, innegociable, no me lo pienso mucho, simplemente, me baño y ya está. Cada vez que entro, pienso que será la última vez que me bañe, pero luego cuando he pasado el minuto o los dos minutos de frío inicial, estoy de puta madre con el sol dándome y el agua entera para mi.
Me he acordado de una anécdota de esas cosas que se me ocurren que me vienen como ráfaga cuando estoy haciendo cosas en modo automático. En la elíptica, suelo coger uno de los programas, de las secuencias de ejercicios que trae la elíptica por defecto, y bueno tiene su cadencia, tiene su cosa. Había un chico un poco más allá que iba rápido a tope, verlo, era algo grotesco, como una especie de eyaculador precoz, como alguien con el que te rozas en un pasillo y presa de la excitación tuviera que masturbarse de forma intensa y con un final rápido.
En otra elíptica, hay otro que hasta aprieta el puño, cuando llega a sus "metas" y cara de gozoso en plan, se lo estoy haciendo muy lentito y esta tipa se lo está gozando porque soy un máquina, el puto amo. Luego hay otros que son muy pequeños en proporción a la máquina, y me recuerdan un poco a mario bros, saltando niveles en una pantalla de recreativa. Si me tuviera que comparar en términos sexuales, pues supongo que lo hago como todo en la vida, a distintos ritmos, a veces con más fuerza a veces más suave, pero improvisando según pide la situación y el tiempo, aunque la duración viene a ser siempre la misma.
@tipu curate
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