¿A quién le toca tomar la decisión?

in #spanish6 years ago

Estoy tratando de no dejarme influenciar negativamente por el clima político-social que vivimos actualmente, y no porque no me interese (de hecho me interesa profundamente, como siempre me ha interesado el tema político-social), sino que estoy tratando de que no me afecte emocionalmente, para tomar decisiones objetivas que coadyuven desde mi espacio a aportar algo para la mejor salida de esta situación. Entonces mi aporte es ideológico y reflexivo para el que quiera un punto de vista más dado a la solución del problema.
Vamos a reflexionar sobre historias de grandes hombres que han cambiado sus posturas radicales y que han cambiado el mundo, un mundo lleno de guerras signadas por ideologías políticas, religiosas, culturales, sociales. Raciales también podríamos decir, aunque esta entraría dentro de las anteriores. Fíjense que no cito lo económico, creo que esto depende las anteriores.

Hojeando el libro de Stephen R. Covey “El 8vo Hábito, De la efectividad a la grandeza”, me conseguí con una idea desarrollada sobre un personaje especialmente conocido en el mundo por su cambio radical de postura política ideológica. Un relato de Jehan Sadat:
«Encarándose con él en las dependencias privadas del palacio, le preguntó:
Jehan Sadat: "Tengo entendido que piensas ir a Israel. ¿Es eso verdad?".
Anwar el-Sadat : "Sí."
Jehan Sadat: "¿Cómo es posible que lo hagas después de todo lo que has dicho?"
Anwar el-Sadat : "Estaba equivocado y ahora voy a hacer lo correcto."
Jehan Sadat: "Perderás el liderazgo y el apoyo del mundo árabe."
Anwar el-Sadat: "Supongo que podría ocurrir, pero no creo que pase."
Jehan Sadat: "Perderás la presidencia de tu país."
Anwar el-Sadat: "Eso también podría pasar."
Jehan Sadat: "Perderás la vida."
Anwar el-Sadat: "Mi vida está predestinada. No durará ni un minuto más ni un minuto menos de lo que deba durar".»

Anwar el-Sadat había crecido bajo la ideología del odio a Israel, y todos sabemos o tenemos conocimiento más o menos de lo que se trata estas luchas en oriente, años y años de odio político ideológico. Sadat estudió en la escuela militar británica y posteriormente ayudó a liberar a Egipto y Sudán del llamado Reino de Egipto (Condominio del Reino Unido) tras el derrocamiento del rey Faruq II (Nombre completo: “Su Majestad, Faruq, por la gracia de Dios, Rey de Egipto y de Sudán, soberano de Nubia, Kordofán y Darfur” y autoproclamado descendiente de Mahoma). En estas travesías estuvo encarcelado en dos ocasiones, y en la segunda hace referencia a sus reflexiones en la celda 54 de la prisión central del Cairo.

Presidente de Egipto que estuvo en el poder del gobierno desde septiembre de 1970 hasta su asesinato el 6 de octubre de 1981. Un hombre que alcanzó su más alto nivel de popularidad política bajo la consigna: “Nunca estrecharé la mano de un israelí mientras ellos ocupen un centímetro del suelo árabe. Nunca, nunca, nunca”. Esto lo dijo en televisión nacional. Siendo apoyado efusivamente por millares que le respondían “nunca, nunca, nunca”. Una posición nacionalista, populista y destructiva. Podría pensarse que no hay nada más radical. Luego en un proceso de introspección (digo yo), decidió que debía ir en contra de lo que había proclamado y lo que le había hecho tan popular. Una gran decisión, promover la paz entre las dos naciones en guerra. El 19 de noviembre de 1977 Sadat se convirtió en el primer líder egipcio en visitar Jerusalén en plena guerra, y el día siguiente dio un discurso en el Parlamento de Israel donde se comprometía a reconocer el Estado de Israel, compromisos que sellaron un año más tarde en Camp David por mediación del presidente de los Estados Unidos de Norte América Jimmy Carter. Este acto de voluntad democrática les valió el Premio Nobel de la Paz tanto a Menájem Beguín como a Sadat.

¿Quien se cree conocedor de la verdad? ¿Quién es tan grande que cambia radicalmente sus posturas políticas e ideológicas más arraigadas en beneficio de la mayoría? ¿habrá la suficiente conciencia política, social, democrática para asumir un cambio en las posturas políticas ideológicas de nuestra sociedad?

«[…] Y este círculo vicioso se intensifica rápidamente hasta llegar a la codependencia. Los defectos de cada parte refuerzan y, en última instancia, justifican, la conducta de la otra».

Stephen R. Covey “El 8vo Hábito, De la efectividad a la grandeza”. Editorial Planeta Venezolana, S.A. Segunda reimpresión (Venezuela): enero de 2014. Pág. 32 y 73

Escrito por @mqad2002, dom 16 abr de 2017

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buen aporte mi amigo, ya te seguí espero tu también lo hagas saludos

Saludos yefersonescalona (25)
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