Para vengar la muerte de su hijo buscó a un brujo del barrio

in #spanish5 years ago

Hola amigos de Steemit. Hoy les traigo un artículo perteneciente a mi espacio Impulso criminal. Para la primera entrega decidí mostrarles un caso venezolano que combina el asesinato y el pensamiento mágico. A continuación les cuento lo que sucedió: 

Llegó junio del 2002. Los vecinos del popular barrio caraqueño El Cementerio seguían conmovidos por el asesinato de un joven de 16 años que vivía en la calle El León. Su padre Wolfgang de los Ángeles, no quería aceptar que su hijo había sido asesinado con 2 disparos a la espalda. Recordaba que era un muchacho sano, un estudiante que siempre jugaba béisbol y baloncesto con sus amigos en las canchas improvisadas del barrio. Wolfgang tuvo que cerrarle los ojos a su hijo mientras yacía tirado en plena calle, fue una despedida difícil. 

Seguidamente del asesinato vino el entierro al estilo característicos de muchas familias caraqueñas: con música de fondo y en este caso salsa brava. Wolfgang decidió cargar la urna de su hijo, mientras pensaba que debía hacer algo: vengarse. Estaba dolido y a la semana juró que se vengaría del asesino. Pero, ¿quién lo asesinó?. En el barrio circulaban rumores que acusaban a un tal Memo. Un criminal que hacía vida en el barrio y que según había coincidido con con la victima en una fiesta. Se decía que Memo en la fiesta vio bailando a su pareja Adela con el chico. Era bien conocido que Memo era celoso y que en otras oportunidades había dicho que mataría a cualquiera que se le ocurriera tocar a su hembra. Para Wolgang estaba claro que Memo era el asesino de su hijo, pero no quería asesinarlo de un disparo. Le parecía que no era suficiente, así que decidió acudir a las fuerzas del más allá.   

El brujo es la opción más adecuada 

En la calle La Vereda del mismo barrio, vivía un brujo que hacía trabajos de magia negra. Wolfgang escuchó sobre la eficacia del famoso brujo y decidió buscarlo para solicitarle sus servicios. Cuando dio con la dirección se dirigió hacia allá. Al tocar la puerta lo recibió un hombre alto, conocido popularmente como El Brujo. Sin dejarlo hablar le preguntó si estaba dispuesto a todo. Wolfgang dijo que sí y para su sorpresa  lo invitó al Cementerio General del Sur. La cita quedó pautada a las 11 de la noche del día siguiente. Llegó el día de la cita. El hechicero y Wolfgag descendieron al Cementerio General del Sur desde la parte Alta de la calle El León. En el camino saltaron varias tumbas hasta que llegaron a una que lucía abandonada. El Brujo sacó un pico y comenzó a profanar la tumba. Al abrir la urna apareció una calavera. Inmediatamente tomó el cráneo y comenzó un ritual. Wolfgang pudo escuchar que le pedía que le entregara el alma de Memo. Al terminar el ritual le entregó el cráneo a Wolfgang y le dijo que lo guardara en un lugar seguro hasta que Memo muriera.  

A los quince días, Wolfgag sacó el cráneo de su lugar secreto. Efectivamente Memo había fallecido luego de ser abatido en un enfrentamiento con la policía. Su venganza se cumplió y El Brujo hizo bien su trabajo.  

¡Muchas gracias! Si te gustó no olvides votar, comentar y visitar mi espacio. Nos vemos en una próxima entrega. 

Recuerda: la historia es divertida   

Referencia de la fotografía: Luis Felipe Toro, Caracas, s/d. Colección Luis Felipe Toro, Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional de Venezuela

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Interesante historia, es interesante conocer mas sobre la tradicion venezolana. saludos.

Gracias amigo. Saludos!

la frecuencia con la que esto ocurre es impresionante, lo se de primera mano :)
excelente

Gracias. Si, es una realidad social que es muy frecuente en varios países de América. Saludos :)

de nada. si la conozco bastante bien!