El último adiós

in #spanish6 years ago

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Estábamos divirtiéndonos tanto que no sé en qué momento todo pasó a peor.. Mi nombre es Andrew y esta es mi historia..

-Hace dos años y medio conocí al amor de mi vida, Audrey, nos conocimos por cuestiones del destino, íbamos caminando por una avenida y nos tropezamos, de ahí entablamos una conversación y de un momento a otro ya éramos mejores amigos, hacíamos todo juntos, compartíamos las mismas pasiones y eso nos acercó mucho más, a medida que pasaba el tiempo sentía una atracción hacia ella, poco después me había enamorado, se lo confesé y le pedí ser mi novia, le había hecho una pancarta, le había comprado flores y chocolates, ese día un 4 de febrero de hace 2 años éramos novios oficiales y allí comenzó nuestra bonita historia.

-Ella tenía la capacidad de voltear todo mi mundo, de influenciar en mis decisiones, de hacerme reír incluso en el peor de mis días y en la peor situación, ella era realmente única y para mí, absolutamente perfecta. A pesar de las discusiones normales en toda relación seguíamos adelante y cada día nos fortalecíamos un poco más.

-En Halloween había una fiesta de disfraces, yo realmente no tenía muchas ganas de ir pero ella se veía tan emocionada que con sólo verla feliz me bastaba para querer ir, así que nos alistamos y nos montamos en mi auto para ir a la fiesta.

-Íbamos escuchando música, ella como siempre estaba cantando en el asiento del coopiloto, llegamos a un semáforo en rojo y aunque no había ningún auto a la vista decidí respetarlo, en un momento me giré hacia ella para admirarla mientras cantaba y lo que ví fueron dos luces de un camión que venía a toda velocidad, creo que fué una milésima de segundo pero pude admirar su sonrisa viéndome directamente a Los ojos para luego sentir el impacto de su lado del automóvil.

-Me desperté y lo primero que ví fué a un paramedics en mi rostro, yo tenía una máscara de oxígeno puesta, me dolía absolutamente todo el cuerpo, inclusive respirar me provocaba un dolor intenso, giré mi cabeza hacia la izquierda y alcanzé a ver mi auto completamente destrozado y compactado como in cubo de basura, me sorprendía de que estuviera vivo, luego giré mi cabeza al lado derecho y la vi a ella tirada en el piso, rodeada de paramédicos haciéndole reanimación pues su corazón no estaba latiendo, yo sentí mi alma salir de mi cuerpo y sentí mi corazón rompiéndose pedazo por pedazo, odié verla así, yo no podía moverme, no podía hacer nada, y fué allí cuando las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas. Ví que habían dos ambulancias, se suponía que nos llevarían a cada uno en una diferente, pero con las únicas fuerzas que me quedaban le supliqué a mi paramédico que no me separara de ella, accedió o que a ambos nos trasladaran en la misma ambulancia.

-Habían logrado reanimarla, tenía pulso pero muy débil. Ambos estábamos en esa ambulancia fría que sentía que iba demasiado lento, pero realmente debía haber ido como a 180km\h. Todo el camino me esforzé por tener la capacidad de mantener mi mano aferrado a la suya y lo logré, su mano estaba fría, pero seguía siendo su mano. Llegamos al hospital, a ella se la llevaron a urgencia y a mí a terapia intensiva, aún no me explico cómo puedo acordarme de cada cosa que me hicieron en esa sala, sólo sé que lo único que decía era su nombre.

-Un par de días después ya mi tratamiento había acabado, pude ser dado de alta del hospital con sólo una fractura en la pierna, y unos cuantos rasguños y moretones. Como era de esperarse, salí de mi habitación con mis muletas y empezé a buscarla, llegué al segundo piso de terapia intensiva dónde sólo tenían allí a las personas que estaban totalmente graves, al final del pasillo me encontré a su madre rezando frente a un pequeño altar del hospital y no pude hacer nada más que arrojarme al piso llorando y pidiéndole perdón por lo que había hecho, le decía que era mi culpa, y a los gritos le dije que si tenía que dar mi vida para que Audrey regresara a casa con Ella lo haría, para mí sorpresa la mamá de Audrey me abrazó y me dijo: "Todo estará bien. Saldremos de aquí todos" y rompí en llanto, me quebré.

-Entré a terapia intensiva y allí estaba ella, conectada por cables en todas partes de su cuerpo, con todas las máquinas que se pueden imaginar a su alrededor, no puedo explicar el sentimiento que tuve al verla, era una mezcla de culpa, tristeza e impotencia en un llanto descontrolado. Me senté a su lado, coloqué su canción favorita, nuestra canción, y empezé a hablarle con las pocas palabras que podía articular mientras mis lágrimas caían en su mano fría, pero aún perfecta.

-Le dije cuánto la amaba, perdí la cuenta de las veces que le pedí perdón, le rogué que se quedara conmigo y cuando ya no podía más me apretó la mano, abrió sus perfecto ojos color marrón claro y giró la cabeza hacia mí, no sé de qué tamaño se habrán puesto mis ojos pero seguramente expresaron la mayor de las felicidades, pero luego con un especie de media sonrisa cerró lentamente sus ojos de nuevo, y ya no me apretaba la mano. Ví en una pantalla cómo el latido de su corazón se detuvo, se había dejado ir..

-Su mamá me abrazó intentando devolverme a la tierra, estaba totalmente destrozado, sencillamente caí al suelo llorando y gritando por la impotencia de que no era yo el que se había ido sino ella, mi persona favorita, mi princesa. Su mamá ya sentada en el suelo junto a mí, ya se había dado cuenta de que no estaba llorando sino que estaba cómo en un estado de shock, ella sólo me dijo: "Tranquilo, todo está bien, ella se fué en paz, no es tu culpa, yo pude despedirme de ella, y ella puede despedirse de ti" y con lágrimas en sus ojos me entregó una carta. Audrey ayudaba a niños sordos así que sabía lenguaje de señas, resultó ser que la noche anterior ella había despertado y a medida de señas le pidió a su mamá que me escribiera esta carta:

"Querido Andrew, qué tal? Soy yo, si estás leyendo esto seguramente es porque ya no estoy, no quiero que te sientas mal, ni que pienses que es tu culpa, tú sólo querías verme feliz en esa fiesta de disfraces. Quiero que sepas lo mucho que te amo, que estaré bien, y que te acompañaré siempre que me lo permitas, gracias por hacer de cada momento juntos un recuerdo inolvidable, gracias por entregarme todo lo que estuvo a tú alcance, gracias por hacerme feliz. Te amo infinitamente. Siempre tuya, Audrey."

-Yo realmente no sabía qué hacer, no sabía cómo podía seguir, no sabía que sería de mí sin su compañía pues era ella la que le daba sentido a mi vida, y si no la tengo ¿De qué sirve? Así que decidí escribirle una carta de respuesta:

-"Querida Audrey, soy yo, no tienes idea de lo devastado que estoy porque no estés conmigo, no puedo seguir, sólo quiero tenerte a mi lado. Te amo más que a mi propia vida, sabes que haría lo que fuera para volver a estar contigo, porque eres tú mi guía, eres tú mi verdad, eres tú con quien conocí el amor, y no pienso dejarte ir. Siempre tuyo, Andrew".

-Iba leyendo esa carta a medida que iba subiendo Las escaleras de mi edificio para llegar a mi departamento, tomé la carta, la até a mi cintura y caminé hacia el borde del balcón, sólo me dejé ir, mientras caía tenía mis ojos cerrados y lo que sentí fué un pequeño jalón de mi mano, era ella, Audrey, tan perfecta como siempre, con esa gran sonrisa que me volvía loco, yo estaba anodado con su belleza y las palabras que salieron de su boca me hicieron reaccionar: "Sabía que no te quedarías con ese último adiós".

-De repente sonó un golpe seco, que me hizo despertar, estaba en mi cuarto, con la carta a mi lado, pero al borde de la cama había otra carta que yo no había escrito, olía a su perfume, la abrí: "¿Crees que te dejaré acompañarme? Tienes mucho más por hacer aquí, yo te estaré vigilando, más te vale hacer las cosas bien, te amo más de lo que te puedas imaginar, eternamente tuya, Audrey".

-Hoy día esa carta la llevo conmigo a dónde sea que voy, es cómo que cada día esa carta fuese rociada con su perfecto perfume, me siento cerca de ella y para mí es más que suficiente. Estoy aprendiendo a estar sin ella, es lo más duro, pero la vida continúa y si ella estuviera aquí estaría orgullosa de lo que he logrado. Siempre será ella el amor de mi vida, y yo seré eternamente suyo...

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Definitivamente este post me ha tocado el corazón, sobre todo por que vivi experiencias similares pero ni remotamente cerca de lo que vos acabas de relatarme aca, supongo que aqui es donde entra la frase "lo mejor es lo que pasa" trato de vivir con eso, a pesar de que a veces duela. te mando buenas vibraciones para tu camino. Espero poder seguirte leyendo fluidamente, de ahora en adelante tendrás un lector mas.

sencillamente hermoso, el amor no muere