Ayer tuve la suerte de poder cambiar un viejo par de zapatillas para correr que las tenía desde hace más de 3 años. Las pobres no daban más pero aún las usaba a pesar de los huecos que comúnmente se le hacen a este tipo de calzado en las zonas laterales, donde se hace la flexión del pie al caminar o trotar.
Lo cierto es que no las quería tirar al tacho de basura y las dejé arriba del mismo por si alguien las necesitaba. Las dejé y subí de inmediato a mi departamento para estar pendiente de cuánto duran puestas allí a la vista de todos. Justo a los 3 minutos llegó un chico que se dedica a recuperar cosas de la basura y se las llevó.
En 3 minutos cambiaron de dueño.
Acá en la ciudad de Buenos Aires hay muchas personas que se dedican a recuperar cosas de la basura. Generalmente las personas cuando quieren descartar calzados, ropa, libros, electrodomésticos, entre otras cosas que no sea basura, los dejan a un lado de los tachos o sobre ellos para que estas personas se los puedan llevar. Generalmente todas estas cosas van a parar en ferias de ventas de artículos usados.
Yo particularmente he tomado de la basura una bolsa con pantalones y camisas usadas, un tendedero de ropa, una mesa de planchar y hasta un par de zapatos marca Converse originales. Mi hermana y cuñado tuvieron su primer colchón de esta manera. Lo vieron al lado del tacho de basura de la cuadra donde vivían antes, lo tomaron y lavaron bien y realmente estaba casi nuevo.
