En 2016 era muy difícil conseguir harina para hacer arepas acá en la ciudad de Buenos Aires. La que llegabas a conseguir la traían siempre los venezolanos recién llegados que traían sus maletas repletas de harina PAN, ron, golosinas y algunas otras comidas y bebidas venezolanas. El comercio se daba casi siempre por el Marketplace de Facebook (recuerdo haber comprado 2 kilos de harina a través de esta vía a un completo extraño en una de las estaciones del subte).
Un par de años más tarde y con la cada vez mayor llegada de migrantes venezolanos, el mercado se empezó a inundar de la harina marca PAN (la más popular en Venezuela) pero traída de USA, seguramente por algún emprendedor venezolano. Esto fue así por mucho tiempo hasta que la ANMAT prohibió su comercialización porque no tenía el etiquetado correspondiente, lo que dio pie retirarla del mercado.
Alguna marca local de maíz vio el potencial de este tipo de harina y empezó a fabricarse acá mismo por marcas locales argentinas. Y es que les resultó muy fácil venderla, ya cuentan con la polenta, que es la misma harina de maíz pero no precocida. Para hacer harina para arepas solamente debían precocerla. La primera marca argentina que se animó a comercializar harina para arepas fue Morixe.
Ayer que fui al supermercado me consigo con esta otra marca, la cual es primera marca de mucha trayectoria en este país como lo es Arcor, que había sacado su nuevo producto, harina de maíz precocida para hacer arepas.
Cada día más argentinos prueban las arepas y todos los demás alimentos que se pueden hacer con la harina de maíz precocida, y ya es común conseguirse algún restaurant venezolano en casi todos los barrios de la ciudad.
