Meditación breve N° 3 (H. Hesse dijo que «en cada comienzo hay algo maravilloso que nos ayuda a vivir y nos protege»)

in #venezuela7 years ago

Mi reflexión está encaminada al poco valor que le damos al tiempo; tal vez allí reside la causa última de los males que padecemos: la falta de lucidez para percatarse del tiempo en que debían actuar los hombres, y no escudarse en la espera del “tiempo perfecto de Dios”.

Los balances que hacemos generalmente están llenos de cosas que angustian y parecen casi insuperables, porque los días lucen cada vez más difíciles. Pero Dios nos invita a proyectar una mirada al porvenir, sin dejar de mirar hacia atrás como hace el buen conductor de autos; si no lo hacemos, veremos pasar los años como la simple carrera que emprende la tierra en torno al sol. Es así, como los venezolanos dejamos pasar cosas buenas y hermosas que contrastan con las agrias del momento actual.

La invitación a mirar las cosas en su correcta perspectiva hacia el futuro, es lo que nos puede hacer sentir más tranquilos y serenos: la confianza de que lo que ahora nos agobia un día también pasará, pero no porque lo sienta o me dé la impresión de que será así; necesitamos de una base más firme, y esa base es la promesa de Dios que es eternamente fiel. Dios ha sido el Dios que siempre ha escuchado el lamento de los oprimidos. Si creemos que se encierra una gran verdad en estas palabras, empezaremos a mirar las cosas con ojos de fe.

Nos han vendido la idea errada de que querer aumentar nuestro nivel de vida empequeñece nuestro corazón; de que el tiempo para el trabajo, para disfrutar, nos roba el tiempo para nuestro crecimiento personal. Esa dicotomía tiene al país como lo tiene. Por eso felicito a los jóvenes que emprendieron la huida de este país porque también escaparon de esta perversión de pensamiento, muy románticamente pueril, pero que no funciona. Fuera de nuestras fronteras buscan tiempo para sus cosas, para nuevos amigos, para sus relaciones sociales, para saborear como la tenue luz de la aurora se va convirtiendo en un día de sol perfecto; y experimentando con ello aunque sea a tientas, el más hermoso atributo de Dios, el de ser capaz de hacer las cosas nuevas constantemente. Los que nos quedamos sabemos que veremos tiempos distintos porque la esperanza está viva, y con Dios todas las posibilidades se conservan intactas.

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