Cuesta creer la buena suerte que ha tenido Ramiro al recibir el despacho con la notificación oficial de destino y Maruja casi llora de alegría al saber que lo va a tener tan cerca de casa. Junto a La Maestranza, escondido en la calle Granada y paralelo a la Avenida de la Ciudad de Barcelona, existe un pequeño acuartelamiento que recibe el nombre de Parque Central de Automóviles. Y aunque huelga especificarlo, pertenece al arma de Automovilismo del Ejército de Tierra. El primer sorprendido, no obstante, es Ramiro, que no termina de creer en su propia suerte, pues supone con acierto que tendrá opciones de sacarse el carnet de conducir –incluido el primera especial- sin tener que desprenderse de un solo duro de su bolsillo.
Tal circunstancia, por otra parte, le reporta interesantes perspectivas de futuro y no puede disimular su alegría cuando lo comenta con ella. Es evidente que, una vez licenciado, siempre le ha de quedar la opción de presentarse a cualquier empresa de transportes y solicitar un puesto seguro de conductor, con su sueldo a fin de mes y sus pagas correspondientes, sus vacaciones y su sacrosanta seguridad social. Eso ya es motivo más que suficiente para que en lo más profundo de su corazón, Maruja sienta que se acerca un paso más hacia ese sagrado altar con el que sueña y coqueta, como mujer que es, al fin y al cabo, se relama anticipadamente con el vestido de novia. De blanco, naturalmente, como manda la tradición y como se casó su madre y antes que ella, su abuela, y remontándose mucho más allá en el tiempo, la madre de ésta. Inmaculada e intacta, por supuesto: ¿qué hombre, en su sano juicio, se casaría con una mujer que hubiera perdido su virginidad antes de la noche de bodas?.
No puede evitar estremecerse cuando piensa en ello y siente que sus mejillas se encienden como una hoguera en la noche de San Juan. Mantiene tan fresco en su memoria el sentimiento de cosquilleo que experimenta cada vez que Ramiro la abraza y besa sus labios, que se pregunta, ilusionada, qué intenso éxtasis no será aquél que habrá de venir después de la consumación carnal del matrimonio. Tentada está de preguntárselo a su madre, pero conociéndola, desiste inmediatamente, suponiendo que no sería de buena educación hablar de un tema considerado tabú. Pero piensa que, a pesar de todo, no debe de ser un pecado tan mortal cuando la gente lo hace, aunque por educación no hable demasiado de ello en público.
It is hard to believe the good luck that Ramiro has had when he received the office with the official notification of destination and Maruja almost cried with joy knowing that she is going to have it so close to home. Next to La Maestranza, hidden on Calle Granada and parallel to Avenida de la Ciudad de Barcelona, there is a small barracks called the Central Automobile Park. And although it goes without saying, it belongs to the Army's Motor Racing arm. The first surprised, however, is Ramiro, who does not quite believe in his own luck, since he correctly assumes that he will have options to get his driver's license -including the first special- without having to part with a single penny from his pocket.
Such a circumstance, on the other hand, brings him interesting prospects for the future and he cannot hide his joy when he discusses it with her. It is evident that, once licensed, you must always have the option of presenting yourself to any transport company and requesting a secure position as a driver, with your salary at the end of the month and your corresponding payments, your vacations and your sacrosanct social security. That is already more than enough reason for Maruja to feel in the depths of her heart that she is getting one step closer to that sacred altar with which she dreams and coquettishly, as the woman she is, after all, she licks her lips in anticipation with the wedding dress. In white, naturally, as tradition dictates and as her mother married and before her, her grandmother, and going back much further in time, her mother. Immaculate and untouched, of course: what man in his right mind would marry a woman who had lost his virginity before their wedding night?
She can't help but shudder when she thinks about it and she feels her cheeks light up like a bonfire on the night of San Juan. She keeps so fresh in her memory the tingling feeling that she experiences every time Ramiro hugs her and kisses her lips, that she wonders, excited, what intense ecstasy will not be that which will come after the consummation carnal marriage. She is tempted to ask her mother, but knowing her, she immediately gives up, assuming that it would not be polite to talk about a subject considered taboo. But she thinks that, despite everything, it must not be such a deadly sin when people do it, even though out of politeness she does not talk about it too much in public.
Preámbulo / Preamble: https://hive.blog/writing/@juancar347/spn-eng-cuentame-que-os-paso-novela-preambulo-tell-me-what-happened-to-you-novel-preamble
Capítulo 1 / Chapter 1: https://hive.blog/writing/@juancar347/spn-eng-cuentame-que-os-paso-capitulo-1-tell-me-what-happened-to-you-chapter-1
Capítulo 2 / Chapter 2: https://hive.blog/writing/@juancar347/spn-eng-cuentame-que-os-paso-capitulo-2-tell-me-what-happened-to-you-chapter-2
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