Ayer, después de una semana de inactividad debido a un dolor en el hombro, finalmente volví al gimnasio. La verdad es que me había sentido un poco flojo en los últimos días, y eso no me hacía sentir bien. Pero estaba decidido a superarme y enfrentar esta nueva semana con toda la actitud.
El buen tiempo en la plaza llenaban el ambiente mientras me preparaba para mi rutina. Sentí la tensión en mis músculos, pero también una extraña sensación de emoción. ¿Había perdido fuerza durante mi descanso forzado? Eso siempre me aterra un poco.
Yesterday, after a week of inactivity due to a sore shoulder, I finally went back to the gym. The truth is that I had been feeling a little sluggish in the last few days, and that didn't make me feel good. But I was determined to get over myself and face this new week with all the attitude.
The nice weather in the plaza filled the atmosphere as I prepared for my routine. I felt the tension in my muscles, but also a strange sense of excitement. Had I lost strength during my forced rest? That always terrifies me a little.
Comencé con ejercicios de calentamiento, sintiendo cómo la sangre fluía nuevamente por mis venas. Luego, me enfrenté a unas flexiones en pino, me dolió un poco, pero nada de que preocuparme. Cada repetición era un desafío, pero también una pequeña victoria. Mi hombro aún dolía un poco, pero no iba a rendirme.
Recordé por qué amo la calistenia: no solo para mantenerme en forma física, sino también para fortalecer mi mente y mi espíritu. Cada levantamiento era un paso hacia adelante, una afirmación de que podía superar cualquier obstáculo.
Al final de mi entrenamiento, me sentí agotado pero satisfecho. Sabía que había dado lo mejor de mí. Y mientras me estiraba, prometí que esta semana sería diferente. No importaba cuánto tiempo había estado fuera, ahora estaba de vuelta y listo para enfrentar cualquier desafío.
I started with warm-up exercises, feeling the blood flowing through my veins again. Then, I tackled some pine push-ups, it hurt a little, but nothing to worry about. Each repetition was a challenge, but also a small victory. My shoulder still hurt a little, but I wasn't going to give up.
I remembered why I love calisthenics: not only to stay physically fit, but also to strengthen my mind and spirit. Each lift was a step forward, an affirmation that I could overcome any obstacle.
At the end of my workout, I felt exhausted but satisfied. I knew I had done my best. And as I stretched, I vowed that this week would be different. No matter how long I had been away, I was now back and ready to face any challenge.
"Todo campeón fue alguna vez un contendiente que se rehusó a dar por vencido."
- Sylvester Stallone.
"Every champion was once a contender who refused to give up."
- Sylvester Stallone.
For the best experience view this post on Liketu
un duroooo
Lo mismo digo 😎
Saludos @luisarrazola
Greetings @luisarrazola