Al principio me avergonzaba de tener depresión, el hecho de que pocos la entiendan, dificulta que lo puedas decir abiertamente. Una vez entendí que expresándome podía ayudarme y ayudar a otros, empecé a ser más relajado al hablar del tema.
Por otro lado, ese "no puedo" me dominó muchas veces, me escudaba en que "es algo que no puedo dominar" y eso retrasó enormemente mi recuperación. Una vez entendí que sí podía, era difícil, pero sí podía, fue cuando empecé a ver mejores resultados.
Gracias por tu aporte a esta columna. Te debo la visita a la tuya.