-Abuelo ¿Por qué tocas el cello?-
- ¡Porque me ayuda a ser mejor persona cada día!-
-¡No entiendo, tú no eres músico ni concertista para pasar tantas horas tocando ese instrumento!-
-¿Te parece que le dedico mucho tiempo? jajaja ¡no me había percatado de eso mi querido nieto! ¡Lo que pasa es que cada uno de nosotros somos como un cello y cada vez que toco este hermoso instrumento me lo recuerda!-
-¿Somos como un cello?-
-¡Sí y me hace mejor persona!-
- ¿Por qué dices eso abuelo?-
Y mi abuelo acercó una silla para que yo me sentara junto a él y su cello y comenzó a decirme:
-Somos como un cello porque nuestra esencia está en un estuche llamado cuerpo. Muchos estuches están vaciós y ocupan espacio, no cumplen ninguna función. Así que lo primero que debemos saber es cómo hacer brillar ese estuche. ¿Te gusta la melodía que sale de mi cello? -Sí abuelo, es maravillosa-, ¡Pues entonces viste que puedes ser como este cello y emanar de ti cosas maravillosas!, fíjate cómo lo puedes lograr: lo primero que debes comprender es que cada cuerda del cello es como cada parte que forma nuestra vida allí está la familia, los amigos, la profesión y la vocación, las cuales debes ir afinando poco a poco con el transitar de tu vida para lograr un equilibrio perfecto y así puedas interactuar con el mundo que te rodea de una forma que te haga crecer como ser humano.-
-Debes tener en cuenta que el arco representa las diferentes personas que llegan a nuestra vida, muchas de ellas tocarán de forma brusca tus cuerdas provocando sonidos a veces poco melodiosos, otros ni siquiera harán vibrar tus cuerdas pero sí pueden causar tal tensión que pueden llegar a desafinarte, pero no temas, siempre que logres encontar el equilibrio volverás a entonarte de manera que tus notas no se vean afectadas. Sin embargo siempre llegarán personas que tienen la gracia de la delicadeza, el tesón y habilidad de pasar su arco por nuestra vida sacando lo mejor de nosotros, esa gente linda que nos hace sonar fuerte, con notas alegres capaces de hacer retumbar cualquier espacio.-
-Aunque veas este gran caparazón que rodea y dá forma a este cello, recuerda que se trata de un instrumento muy delicado así como las personas que conocerás en ese camino llamado vida. Tienes que tener tacto y evitar golpearlos ya que algunos son frágiles en especial los niños y los ancianos, necesitan de mucha paciencia, cariño y cuidado. Otra cosa muy importante que debes saber, es que el cello tiene un alma en su interior, sí un alma como nosotros los seres humanos. Esa alma es una pieza que consiste en una varilla cilíndrica de madera fundamental de la cual depende el sonido que emite este instrumento. Un golpe fuerte, puede desencajar esta pieza y el instrumento pierde su utilidad. Así ocurre en las personas, los golpes fuertes pueden llegar a desequilibrar el alma incluso hasta romperla, llegando a perder el amor a la vida y a las cosas que realmente tienen valor, por eso no permitas que los golpes fuertes lleguen a ti, trata siempre de proteger tu alma, así como debes cuidar la de los demás, así podrás rodearte de todos aquellos que con sus diferentes melodías hagan un gran concierto y puedas experimentar la felicidad plena.-
-¿Puedes ver esta pieza de madera sin barnizar que sujeta las cuerdas?-
-¡Sí, si la veo! ¿Por qués es diferente?-
- Esa pieza es el puente, es la que permite que las vibraciones de las cuerdas ingresen al interior del cello para que él pueda devolverlas en forma de melodías que pueden ser dulces o a veces de sonidos graves. El puente en nuestra vida es la forma en que percibimos lo que nos rodea, es la forma en que la interpretamos, por eso en tu andar consegirás personas muy sensibles a su entorno y otras indiferentes. Recuerda que estamos rodeados de muchos instrumentos que son distintos a un cello pero si cada uno aporta su magia, juntos pueden crear piezas magistrales que dejan huellas permanentes. Por esto y más, cada vez que toco el cello, tomo mi tiempo para pensar en todas estas cosas y así ¡el cello logra hacerme mejor persona!-
Aún sigo visitando a mi abuelo en su casa, y él continúa tocando su cello, y aunque jamás me atreví a tocar ningún instrumento, cada vez que oigo la melodía que pueda salir de una cuerda bien ejecutada me recuerda esta gran lección de empatía que esa tarde me regaló mi abuelo, una lección que he puesto en práctica y que me ha permitido ser felíz junto a todos aquellos que forman esta gran orquesta llamada vida.
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Hermosa historia, aporta mucho aprendizaje, gracias por compartirla
Gracias a ti por tu comentario y visitar mi blog, lo valoro un montón.
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STOPEs un relato lleno de mucho afecto y una grata y delicada manera de ofrecernos la enseñanza moral de esa sabiduría que atesoran los mayores. Lindo que sea a través de esa suerte de alegoría con el cello, el instrumento de cuerdas que más aprecio. Entre mis obras clásicas preferidas están los conciertos para cello de Bach y Haydn. Gracias y saludos, @chaodietas.
Mil gracias @josemalavem por tan gentil comentario. Al igual que tú disfruto de esos maestros de la música y en general de los sonidos que emanan de este grandioso instrumento. Saludos, agradecida por pasarte por aquí.