En la vida a veces nos enfrentaremos a situaciones en las que tenemos que tomar una decisión que puede cambiar de forma trascendental nuestro rumbo, como un cambio de trabajo, de ciudad o de pareja; pero ante la falta de decisión, por el miedo que nos produce salir de la llamada “zona de confort, aunque de confortable no tenga nada, prolongamos lo más que podemos la resolución que nos permite actuar en consecuencia, lo que puede hacernos sentir por un tiempo como al borde de un precipicio, hasta que llega el momento en el que no soportamos la tensión y quizás decimos algo como: para estar guindando es mejor caer.
Cuando tomamos una decisión de este tipo, es porque hemos identificado previamente una situación que nos está perjudicando de alguna manera y que no tiene mejor solución que cortarla de raíz, además, debemos haber encontrado una solución viable. Hay una frase que dice algo como que lo mejor que podemos hacer en nuestras vidas es lo correcto, lo segundo, lo incorrecto y lo peor, nada; me parece muy acertada, ya que es mejor errar que no intentarlo. La única manera de superar algo, es con acciones para tal fin, y no siempre nos sale bien a la primera, por lo que la tenacidad y la constancia son necesarias para no rendirnos en el camino.
Obvio que nadie quiere tomar una decisión que implique sufrimiento y privaciones, por lo que se requiere de valor para hacerlo, pero debemos enfocarnos en lo que lograremos tras ese paso y lo que pasaría si nos quedamos donde estamos ¿Qué es mejor? Cuando la recompensa es mayor al sacrificio, la balanza se inclina a nuestro favor, sólo tenemos que haber analizado los riesgos asociados, para saber si tenemos la fortaleza para superarlos.
Recuerdo haber escuchado un video de Pilar Sordo en el que ella mencionaba algo acerca del justo minuto antes de hacer algo determinante, que en ese instante sientes un vacío en el estómago y después que pasa te dices, ya está hecho, se acabó. Lo que sientes después de eso, te hará saber si has tomado la decisión correcta o no ¿Te sientes aliviada? ¿O te sientes peor?
La decisión correcta... antes de ejecutarla no sabemos si lo es, sólo que es la mejor opción que se nos ocurre al momento, por tanto debemos estar conscientes de que podríamos estar equivocados, pero es algo que tenemos que descubrir por nosotros mismos. El alcance de nuestra decisión, sólo el tiempo nos lo develará, lo más probable es que nos lleve a tomar varias otras, hasta ir ajustando el resultado a nuestras expectativas. Entonces, para no decepcionarnos desde el inicio, debemos estar claros en que lo más seguro es que nos llevará varios intentos y con eso en mente emprender la aventura pensando en que encontraremos lo que soñamos.
Sueña todo lo que quieras, haz todo lo que te atrevas, llega tan lejos como puedas
Me siento feliz y agradecida de tener este espacio en el que compartir Mis reflexiones antes de dormir.
Gracias a todos los que lo hacen posible y a ustedes que dedican tiempo a leerme.
La fotografía mostrada es de mi propiedad y usé la aplicación PhotoCollage para decorarla.
Emojis hechos con Bitmoji.
El separador usado lo elaboré en PowerPoint.