Suele ser el otoño, también, ese portador de ensueños, a cuyo paso despiertan, de su letargo subterráneo esos mensajeros de los Dioses, que son los fúngidos.
En ocasiones lo hacen con tal ímpetu y vitalidad, que forman auténticas colonias, agrupados en compactos bloques, que recuerdan la famosa posición defensiva de los legionarios romanos, conocida como caparazón de tortuga.
Evidentemente y pese a su aspecto, no todas son comestibles y la ingestión de una pequeña porción, en algunos casos, puede transportarte, como a la confiada Alicia, al País de las Maravillas.
Lo que no es muy recomendable, si no estás preparado para soportar las vicisitudes de un viaje tan peligroso.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.
we have those Coprinus sp. mushrooms all over the city lawns, too.
Hola, Setero!
And I thought that ours were unique, ha ha ha. Take care, Fungiman!
well, they all age in such a unique and bizarre manner, that any other photo is a pleasure to look, it looks like new. blessings!
Estas setas parecen conchas marinas, @juancar347!! Siempre cuando logro ver estas "colonias" me impresionan y me llevan a mi niñez cuando no nos dejaban acercarnos a los hongos por lo que tú bien señalas: algunos pueden ser peligrosos. Mi ofc quedaba en un edificio donde habían muchos laboratorios en los que se criaban y reproducían hongos de todo tipo. He visto unos de colores muy hermosos, de tamaños y formas inusuales. Sé muy poco de setas, lo más relevante que en las pizzas y las pastas son deliciosos. jajaja. Te abrazo
No soy un gran experto en setas, aunque desde un punto de vista hermenéutico, me interesan profundamente, pues en ellas hay quien opina que está, en realidad, el secreto de muchas religiones. Siempre he sentido un gran respeto por ellas y desde luego, no me abalanzo a cogerlas, como hacen muchos, pues su peligro es real. Es curioso, pero Lewis Carroll las utilizó en su primera obra, Alicia en el País de las Maravillas, donde originalmente, ésta comía una pequeña porción de seta (probablemente la seta de los gnomos, la amanita muscaria) y experimentaba los curiosos efectos de sentirse infinitamente grande e infinitamente pequeña. Detalle, por cierto, que fue censurado y en la mayoría de las ediciones, sustituido por el insulso pastelito. No en vano, antiguamente se las conocía como 'el alimento de los Dioses'. Generalmente, las más vistosas, las más coloridas, suelen ser todas nocivas. Por si alguna vez te da por dejarte llevar por la tentación, te comiendo los champiñones: no te harán viajar a otros mundos, pero qué caray, también están ricos. Un abrazo
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Es mejor tener en cuenta tus advertencias , yo no creo estar preparado para un viaje de esos.
Saludos
Son viajes peligrosos, que si bien la mayoría de las veces, según comentan muchos especialistas, te hacen ver realidades ilusorias no del todo desagradables y posiblemente interesantes, también te ponen en contacto con ese lugar 'en el que habitan las Madres' (Goethe, en su obra 'Fausto') al que ni siquiera un diablo como Mefistófeles se atreve a bajar: el Inconsciente. Me alegro que tengas claro su peligro y te apartes de la tentación de emular a Castaneda. Un abrazo